¡Bravo! El Festival de Música de Vail se recupera

A MEDIADOS DE MARZO DE 2020-losprimeros días de la pandemia, cuando se podía ver cómo se apagaban las luces en todo el país y en todo el mundo- estaba claro que no iba a haber grandes reuniones. Durante el verano, ¡Bravo! Vail Music Festival suele albergar cuatro orquestas de talla mundial, una de ellas internacional, con cientos de músicos y unos 60.000 asistentes. Cuando tomamos la decisión de cancelar el festival a finales de abril, fue devastador, pero al principio dijimos: "Sabes, ahora estamos en el negocio de la limonada. Vamos a averiguar cómo sacar limonada de esto".

¡En Bravo! Vail buscamos los resquicios de esperanza. Y para mí, personalmente, uno de esos resquicios fue pasar tiempo con mi padre y volver a tocar el violín. Cuando crecí en Nueva Jersey, tocaba el violín. Había tomado clases desde muy joven, pero en algún momento de la adolescencia dejó de ser una prioridad para mí. Cuando me fui a la universidad, a Rutgers, a estudiar periodismo e historia, mi padre, un abogado que nunca había tocado un instrumento en su vida, cogió mi violín y empezó a tomar clases; hasta el día de hoy, toca el violín en la Stone Soup Symphony, una orquesta comunitaria de Hackettstown. En algún momento, cuando se compró un instrumento mejor, me envió el mío. Así que al principio de la pandemia, empezamos a hacer sesiones semanales de violín con Zoom, tocando música irlandesa y haciendo conciertos por FaceTime para nuestra familia. Fue una bonita conexión que mantuvimos durante toda la cuarentena.